jueves, 4 de marzo de 2010

Profugo es visto por familiares de víctima

Dicen que Carlos Argüello sigue en Santa Fe
Prófugo en la Recoleta
A cuatro meses del horrendo crimen del que fuera víctima Teresa Ramirez, una de sus hijas sostiene que el sospechoso prófugo fue visto en bulevar Pellegrini.

José Luis Pagés
El horrendo crimen consumado alrededor del 8 de noviembre de 2009 en calle Piedrabuena 6700, barrio Loyola Sur, de nuestra ciudad, sigue impune y el principal sospechoso, -aunque con pedido de captura internacional-, permanece prófugo de la Justicia.
A casi cuatro meses del momento en que salieron a flote los despojos de la descuartizada Teresa Mabel Ramirez (53) -en aguas del río Salado-, su hija Rosa Ronchetti sostuvo esta mañana que un delito tan espantoso no puede quedar en el olvido y agregó que, a su modo de ver, Carlos Argüello, -el presunto matador-, nunca dejó nuestro medio.
Rosa funda sus sospechas en la imposibilidad de que el ex compañero de su madre pueda mantenerse por sus propios medios lejos de Santa Fe y del apoyo de su gente. “Acá hay algunos que lo amparan y protegen porque lo creen inocente -dijo y agregó-, mientras otros lo ocultan porque le tienen miedo o son tan delincuentes como él”.
Pero sus dichos más inquietantes refieren ciertas versiones que presentan al hombre -al mismo hombre cuya captura requiere el juez Dario Sanchez -, en el corazón de la Recoleta santafesina.
Para Rosa Ronchetti son dignos de crédito los dichos de las personas que llegaron hasta su casa de Alto Verde para contarle que, en compañía de una mujer y una criatura, Carlos Argüello se dejó ver esporádicamente este verano, junto al semáforo de bulevar Pellegrini y calle 25 de Mayo.
De costumbre en ese lugar una familia numerosa vendía cacharros que exhibía al paso de los automovilistas. Esos vendedores callejeros que llegaban de la costa desaparecieron del lugar al finalizar el 2009 y después algunos comenzaron a decir que Carlos Argüello pernoctaba junto a una mujer y una criatura en la placita.
“Por miedo los que lo vieron y reconocieron no lo denunciaron en la policía. Porque apenas uno habla dos palabras con él se entera que anda armado, que lleva un cuchillo en la cintura”, dijo Rosa. “Yo siempre lo vi así, siempre con el cuchillo”, aseguró.
Curiosamente Rosa recordó que una de las actividades que desarrollaba su madre junto a su ex compañero era la de vender cacharros en las proximidades del cruce entre las avenidas Gorritti y Blas Parera, al norte de la planta urbana. Por otra parte la pareja ofrecía en La Baulera las verduras y hortalizas que cultivaba en el jardín de la casa, en el marco del Programa Pro Huerta.
Teresa Ramirez era una conocida y respetada vecina de Loyola Sur, barrio en el que se destacaba por su actitud solidaria con los más necesitados. Ella representaba al Pro Huerta y colaboraba estrechamente con Cáritas Santa Fe del barrio Los Troncos.
El nueve de noviembre de 2009, cuando Rosa Ronchetti había fracasado en todos sus intentos por hablar personalmente con su madre, aparecieron los restos de ella flotando en aguas del río Salado, a la altura del antiguo barrio La Tablada.
Desde entonces Carlos Argüello, el compañero de Teresa Ramirez, es el único y principal sospechoso del crimen. Contra estas presunciones los familiares de Argüello y el abogado que los representa, el Dr. Ortiz de Rozas, insinúan que su desaparición podría significar que él corrió la misma suerte de ella, es decir, temen por su vida y piden que aparezca.
Sobre Argüello pesa un pedido de captura librado por el juez que investiga la muerte y descuartizamiento de Teresa Ranirez.

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