domingo, 28 de agosto de 2011

PAGINA WEB DESCHABA A PUNGUISTAS DEL SUBTE

Una página Web deschava a los "pungas" del subte
El portal muestra imágenes de los rateros y oportunistas que sorprenden a los distraídos pasajeros



A modo de hacer justicia por mano propia virtual, un grupo de personas creó un sitio donde denuncian a quienes se dedican a robar en los transportes públicos.


“Pungas en el subte de Buenos Aires” es una página que también tiene cuenta en Twitter y en Facebook y cuyo objetivo es desemascarar a los ladrones, su modus operandi y las zonas por donde se desplazan.


Para ello, los creadores suben fotos de los presuntos punguistas, conocidos por la mayoría de los usuarios de cada línea y supuestamente identificados por la empresa Metrovías y por la policía. También reciben fotografías de otras personas que quieran aportar los pasajeros.


Como estas personas operan en todas las estaciones sin ser sancionados, entonces la página busca prevenir y alertar a los usuarios haciendo una suerte de escrache.


El sitio cuenta con un exhaustivo trabajo de inteligencia, ya que no sólo muestra la imagen de los ladrones capturados in fraganti en los vagones, sino que también difunde los perfiles que cada sospechoso tiene en Facebook.


Asimismo, precisa qué tipos de objetos prefieren sustraer, sus horarios de “trabajo”, cómo identificar a un “punga” y qué debe hacer una persona si fue víctima de un robo.

Hasta el momento, la página tiene registrados unos 50 “pungas” entre hombres y mujeres.

http://24con.elargentino.com/conurbano/nota/57715-una-paginaweb-deschava-a-los-pungas-del-subte/

1 comentario:

Animal´s World dijo...

(Este comentario lo lei en internet, y me parecio interesante para compartir entre los amigos, opino que deberia haber mas vigilancia, y que la justicia se encargue de poner presos a estos señores, como en otras epocas en las que creo existia el "manyamiento".-
...Hace bastante que no viajaba en subterráneo. Ayer tomé la línea B en hora pico de la mañana y fui testigo del accionar de un par de pungas (ladrones) que subieron unas estaciones después que yo. Yo estaba parado de espaldas a la puerta que no se abre, es decir de frente a la puerta por donde entran todos los pasajeros. Ya desde el vamos los dos tipos se veían sospechosos: primera técnica del punga: entrar empujando cuando ni la cantidad de gente ni la situación lo amerita. Quiero decir, si el vagón está lleno pero no llenísimo donde no cabe ni uno más, sólo lleno, y alguien entra empujando innecesariamente, es lo más probable que sea un chorro: aprovechan esa fricción para hurgar en los bolsillos de la gente que empujan.
La verdad es que sentí mucho impotencia de ver cómo uno le metía la mano en el bolsillo del saco a una mujer grande y enseguida le abría el bolso a una chica, como si nada, totalmente volcado a afanarle a quien esté más a mano. Es triste ver a la misma chica a los pocos minutos dándose cuenta de que le abrieron el bolso y que le falta algo.
Otra clave para detectarlos: siempre van por lo menos de a dos. Es decir, si ves a alguien metiéndole la mano en el bolsillo o cartera a otro pasajero, estáte seguro de que hay otro chorro haciéndole de campana o también robando muy cerca del primero. Se miran a los ojos continuamente sin hablarse, se comunican con la mirada como en el juego del truco. Saben cuándo los descubrieron y cuándo se tienen que bajar. De hecho cuando se bajan en una estación no es para bajarse del subte sino para pasarse a otro vagón.

Obviamente dan ganas de escracharlos, de dejarlos en evidencia ante todos, pero ¿cómo hacerlo? Eran dos monigotes de casi dos metros, con cara de brutos y jodidos, de esos a los que no les mueve un pelo si tienen que clavarle una púa a alguno que se quiera hacer el justiciero.
Y si bien me paralizó la idea de una situación violenta en un ámbito cerrado como el del subte en movimiento, pensé "si todos acá adentro reaccionáramos juntos seríamos muchos más que ellos, los reduciríamos fácilmente".