na historia de narcos, presidiarios y viejos enconos personales se teje en los entretelones del ataque a Eduardo Baucero.
Juliano Salierno
jsalierno@ellitoral.com
Esta mañana, prestó declaración indagatoria en los tribunales locales el detenido por el ataque armado contra uno de los hijos del senador justicialista José Baucero. El imputado reconoció el hecho ante el juez de Instrucción Quinta, Darío Sánchez, y se escudó diciendo que ignoraba la presencia del joven lesionado. Además, contó que actuó en legítima defensa porque “le habían tendido una emboscada para matarlo”.
La madrugada del domingo, Eduardo Baucero, de 26 años, ingresó al Hospital Rawson de San Javier herido de bala en la cabeza, producto de una andanada de disparos que lo sorprendieron, cuando transitaba en un Fiat Uno rojo polarizado, por las calles del barrio San Antonio.
Por fortuna, la lesión resultó de carácter leve, ya que el proyectil le perforó el cuero cabelludo, se desvió en el cráneo y terminó su recorrido dentro del auto.
En defensa propia
Al tanto de la situación y de que el agredido era nada menos que el hijo de uno de los hombres con mayor poder dentro del departamento, el jefe de la Unidad Regional XIV, Julio César Rivero, montó un operativo que derivó en la detención de Francisco Javier Mendoza, de 25 años.
Además, quedó arrestado un familiar de este último, y se allanaron domicilios donde se encontraron tres armas, entre ellas el revólver calibre 22 largo supuestamente utilizado.
La Policía de San Javier remitió el sumario prevencional el miércoles al juzgado del Dr. Sánchez, donde hoy fue indagado Mendoza, quien “se hizo cargo del hecho”, confirmó su abogado defensor Iván Leguiza.
Tras salir de Tribunales el defensor hizo declaraciones a El Litoral, donde contó que su cliente, que se encuentra detenido desde el domingo, “se hizo cargo del hecho, no lo negó y dijo que lo hizo en su defensa”.
Claro que no fue contra el joven Baucero que se despachó el acusado, sino contra quienes presuntamente iban arriba del auto, a quienes nombró como un tal “Bolsita” Robles y “Quino” Olivera, además de un menor de edad.
“Estaban armados”
También declaró que quienes lo estaban esperando portaban una escopeta recortada y un revólver del calibre 38, y explicó que “Bolsita” lo buscaba por viejas cuentas pendientes que los habían enemistado.
Según el relato del imputado, esa noche había una fiesta en la casa de la prima de Robles a la que Mendoza estaba invitado. “Estaban en una fiesta familiar tomando fernet” cuando “Bolsita” pidió por Mendoza. “No está Francis”, le habría mentido la prima para evitar problemas.
Pero a sabiendas de que Mendoza se encontraba en el lugar, el tal Robles se habría quedado esperándolo en las inmediaciones.
Entonces Mendoza se cuenta que “se escapa por los fondos de la casa que da a un pasillo, salta unos tejidos y aparece por otro lado, por un costado del auto y empieza a disparar sin saber que adentro iba el hijo del senador”.
A pesar de su descargo, se encuentra imputado del delito de “tentativa de homicidio, agravado por el uso de arma de fuego”. Atento a ello “la defensa va a solicitar los atenuantes, porque lo iban a matar”, dijo Leguiza, aunque reconoció que “no fue el medio adecuado”.
Por otra parte, trascendió que no pedirán la excarcelación y el caso iría camino a un juicio abreviado, puesto que el imputado cuenta con dos condenas por robo cumplidas y se lo acusa por un hecho de 2010.
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