lunes, 16 de mayo de 2011

En 2006-2010 el crimen afilió a 25 mil menores mexicanos

Reclutamiento. El Ponchis es uno de los tantos niños en las filas del crimen organizado


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Entre 2006 y 2010 más de 25 mil niños y niñas en México, de entre 13 y 17 años de edad, dejaron las canicas y las muñecas para empuñar fusiles, pistolas e incluso armas de alto poder, y abandonaron la escuela para ingresar a las filas del crimen organizado.

Como parte de las escalofriantes cifras de esta batalla, destacan los más de mil 200 menores de edad muertos vinculados directamente a las bandas delincuenciales, y los cinco mil 600 jóvenes que se encuentran recluidos en los centros correccionales purgando sentencias por sus ligas al narcotráfico.

Este otro "ejército" de menores de edad dentro de la criminalidad, se suma a los más de siete millones de "ninis", jóvenes de ni estudian ni trabajan, y a los varios miles de viudas que arrojan los más de 40 mil muertos en la "guerra" del gobierno federal contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Así lo revelan estudios en poder de diputados elaborados por la Organización de las Naciones Unidas, la Unicef y diversas dependencias del gobierno de la República, como la SEP y Desarrollo Social.

El diputado federal del PRD, Arturo Santana Alfaro, integrante de la Comisión de Seguridad Pública en San Lázaro, reveló lo anterior y advirtió que de no implementar los gobiernos federal, estatales y municipales programas sociales efectivos, y se dé escuela y trabajo digno, el fenómeno de "los niños sicarios" se extenderá y saldrá de control sin remedio.

Explicó que de acuerdo a estudios de la ONU y de su organismo encargado de la atención a la niñez, la Unicef, las razones principales de la deserción escolar y la incorporación de miles de niños y niñas al crimen organizado son principalmente la económica, y después la falta de escuela y de trabajo.

Santana Alfaro dijo que de acuerdo a ese estudio, menores de edad de entre 13 y 17 años empiezan a trabajar como "mensajeros" del crimen organizado y van escalando hasta seguir como "burreros", es decir, aquellos que únicamente transportan la droga de un lugar a otro.

El diputado perredista, presidente de la Comisión de Participación Ciudadana de la Cámara baja, añadió que los pequeños pasan luego como escoltas de los jefes y en otros casos como sicarios, es decir, como asesinos a sueldo, quienes son entrenados al más alto nivel en el manejo de armamento.

Y es que de acuerdo a las leyes mexicanas, explicó, cuando alguno de estos jóvenes llega a caer en manos de la justicia y se le lleva a proceso y sentencia, se le aplica un castigo de máximo tres años o menos, de acuerdo a la edad del menor, en una correccional, de modo que en un tiempo realmente breve está de nuevo en la calle, no para rehabilitarse, sino para volver a delinquir, aseguró.

Acusó que la Secretaría de Seguridad Pública federal, a cargo de Genaro García Luna, recibió para este año un presupuesto de 36 mil millones de pesos, varias veces más que la UNAM, por ejemplo, y los resultados negativos de la primera están a la vista, mientras que los que otorga la máxima casa de estudios revelan que es ahí donde se deben de canalizar más recursos.

Por último, Santana dijo que los "niños sicarios" son contratados para ejecutar personas y les pagan entre 2 mil 500 y cinco mil pesos, pero antes han recibido un costoso adiestramiento y, por lo general, armas de alto poder para sus acciones.


http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=578727

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