JESÚS DAVID HERNÁNDEZ, capturado por la Policía, se realizó cirugías para borrar sus huellas digitales. También en el rostro, para despistar a las autoridades. Fue condenado por asesinato en 2004.
Durante siete años uno de los más temidos jefes de sicarios de la organización criminal "la Oficina" logró evadir a las autoridades y una condena por homicidio, cambiando su fisonomía y huellas digitales con cirugías, suplantando a otras personas y presentándose como comerciante.
Hasta el último instante Jesús David Hernández Grisales intentó con argucias escapar de la justicia que ya lo había ascendido de sicario y jefe de combos en el sector de Caicedo a segundo al mando de la facción de "La Oficina" liderada por Ericcson Vargas, alias "Sebastián" y uno de los delincuentes más buscados de Medellín y el Valle de Aburrá.
Así se evidenció a las 10:25 de la noche del pasado viernes, cuando los agentes de la Policía Antinarcóticos lo ubicaron en un apartamento del barrio Campo Verde de Envigado, con una orden de allanamiento. Sin oponer resistencia se identificó con la cédula número 3025023, a nombre de José Guillermo Machete Alarcón.
Pero un minuto antes, apenas los policías tocaron a su puerta, Hernández Grisales arrojó un objeto por la ventana. "Era una pistola Bull israelí, calibre nueve milímetros, con una mira especial... nunca la había visto. Dijo que le costó 20 millones de pesos en el mercado negro", relató uno de los oficiales que lo capturó.
En el apartamento se hallaron siete millones de pesos y manuscritos de contabilidad y listas con alias de personas.
En las horas siguientes la Policía intentó confirmar su identidad con sus huellas dactilares y lo condujeron a Medicina Legal para varios análisis. Fue cuando los técnicos de dactiloscopia descubrieron que alteró sus huellas, al parecer, con cirugía en los dedos de sus manos.
También "se había operado la nariz y las orejas, lo que dificultaba aún más su individualización", aseguró el director de la Policía Antinarcóticos, general César Augusto Pinzón. De hecho, las fotos de Hernández en la lista de delincuentes más buscados lo muestran rapado, con orejas más prominentes y nariz más ancha.
Al analizar la cédula se descubrió que no era falsa, sino adulterada. "El documento es legítimo, pero le habían montado la foto y las huellas". Entonces, los agentes pidieron a la Registraduría un cotejo y así supieron que la persona con esa cédula es un hombre de más edad.
No solo adulteró una cédula, sino también una licencia de conducir y hasta un salvoconducto para porte de un revólver calibre 38.
A las 2:00 p.m. del sábado, 14 horas después de su captura, se logró la plena identificación de Hernández Grisales y fue conducido a la Sijín de la Policía. En la mañana de ayer, y a lo largo del día, compareció ante un juez de control de garantías que revisó las pruebas de la Fiscalía y anoche decidía si ordenaba medida de aseguramiento en una cárcel.
Durante la diligencia se negó a responder las preguntas del juez. "Prefiero guardar silencio", fueron sus únicas palabras.
Investigación contra narcos
La captura de este hombre, señalado por el general César Augusto Pinzón como "el sicario de sicarios" en el Valle de Aburra por su presunta responsabilidad en unos 57 homicidios en Medellín, Itagüí, Bello, Envigado, Barbosa y La Estrella, se logró tras una investigación de cuatro meses.
En ésta participaron la Policía Antinarcóticos, con apoyo de la Policía Metropolitana de Medellín, la Fiscalía y la DEA de Estados Unidos.
Según expuso ayer una fiscal de la unidad contra bandas criminales, la investigación se inició a principios de este año contra una red sicarial y de narcotraficantes vinculados con la facción de alias "Sebastián", señalados en traficar cocaína a Estados Unidos. "El 9 de febrero 23 personas fueron capturadas y otras quedaron pendientes", indicó la fiscal.
Esta investigación, el descubrimiento de un laboratorio de cocaína en el barrio La América, la masacre de cuatro hombres señalados de pertenecer a esa citada facción de "la Oficina" (el pasado 11 de marzo en Guayabal) e informantes dieron pistas sobre el escurridizo criminal.
» Semana de golpes al crimen
Contra alias "Chaparro" existían cinco órdenes de captura por los delitos de desplazamiento forzado, homicidio agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas. En 2004 fue condenado como persona ausente a 25 años de prisión por un homicidio.
Meses antes había sido capturado en otro caso de homicidio, pero logró salir en libertad tras identificarse como Julio López Cardona.
Como uno de los delincuentes más buscados, las autoridades ofrecían una recompensa de 200 millones de pesos.
El comandante de la Policía Metropolitana, general Yesid Vásquez, aseguró que la captura de alias "Chaparro" es un duro golpe a la organización de alias "Sebastián" y debe servir para reducir la criminalidad en Medellín y el Valle de Aburrá.
El oficial destacó que esta captura se suma a otros operativos que permitieron la captura en Curazao de Gustavo Adolfo Álvarez Téllez, alias "Tavo", hombre de confianza de alias "Valenciano". "Son golpes importantes porque se captura a los segundos de estas organizaciones narcotraficantes".
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