sábado, 28 de mayo de 2011

Aberrante muerte de una mujer en medio de una incestuosa relación sexual



Una relación incestuosa y un juego sexual violento terminaron con la vida de una mujer de 33 años que falleció golpeada y empalada por su propio tío. El hombre fue apresado poco después...

Puerto San Martín.— Una relación incestuosa y un juego sexual violento terminaron con la vida de una mujer de 33 años que falleció golpeada y empalada por su propio tío. El hombre fue apresado poco después y, según fuentes de la investigación, habría confesado ser el autor del aberrante episodio.

El cuerpo sin vida y semidesnudo de Nora Z. sobre una cama, rastros de sangre por toda la casa y un palo de amasar con restos hemáticos y vello púbico fue el macabro cuadro que encontró la policía en la casa de Belgrano 307, en esta ciudad, donde reside Walter Z., un mecánico de 39 años y tío de la víctima. De inmediato, los agentes detuvieron al hombre y a otra persona que estaba en el lugar, la que fue identificada como Mario G., de 35 años y cliente del taller, quien podría haber ayudado al principal imputado a colocar el cuerpo de la mujer sobre la cama, aunque luego fue liberado. Un tercer hombre fue demorado por los pesquisas, pero recuperó la libertad poco más tarde. Se trata de Elizardo M., un jornalero oriundo de Corrientes y de 52 años que le alquila una pieza a Walter Z.

De acuerdo a lo manifestado por fuentes de la investigación, si bien el acusado habría intentado sostener la versión de que el fatal daño se lo habría autoinfligido la mujer, el peso de las evidencias lo apuntan como el autor del homicidio por empalamiento en medio de una relación “sexual consentida”.

La búsqueda. Todo se desencadenó durante las últimas horas del jueves cuando Miriam C., de 48 años, radicó una denuncia en la comisaría 5ª de Puerto San Martín por averiguación de paradero a raíz de la desaparición de su hija Nora. La mujer dijo a los agentes que hacía 24 horas que no tenía noticias de la joven y de inmediato un patrullero, junto con la denunciante, comenzó a recorrer los lugares donde la madre señaló que podría estar su hija.

En ese marco, hubo sospechas sobre el novio de Nora, Javier L., de 32, quien fue demorado unas horas pero rápidamente recuperó su libertad. Es que la madre de la joven condujo a los agentes a la vivienda de su cuñado: “Una de las primeras casas en las que se buscó fue la del tío porque la mujer nos dijo que antes de hacer la denuncia había ido un par de veces a buscarla ahí y el hombre le dijo sin convicción que no estaba” comento en diálogo con La Capital Cristián Floiger titular de la comisaría 5ª de Puerto.

Lo cierto es que en medio de la recorrida, el patrullero volvió a la vivienda de Belgrano 307 y cuando Walter Z. abrió la puerta, la madre de Nora aprovechó la presencia policial para entrar sin permiso. Segundos después se vivió un cuadro desgarrador, los gritos de la mujer, luego de ver a su hija muerta tirada en la cama, resonaron en la noche.

Escena atroz. Si bien el hombre intentó evadirse, los agentes lo redujeron y lo detuvieron mientras solicitaban una ambulancia. Cuando llegaron los paramédicos nada pudieron hacer. Nora había fallecido.

En el interior de la vivienda el panorama era tremendo, había sangre por todos lados y signos de que alguien había intentado lavar esas manchas. También había ropa interior femenina ensangrentada junto con un bolso de la víctima en el que estaba su documento y elementos personales. Al examinar el cadáver, la médica policial constató hematomas en los brazos y otras partes del cuerpo, como así también signos de una violenta penetración anal con significativa defloración, por lo que aconsejó la autopsia de rigor y el cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal de Rosario.

En la vivienda la policía secuestró de un cajón de la mesada un palo de amasar de 50 centímetros de largo y 5 de ancho, elemento que habría sido utilizado para causar la atroz muerte de la mujer. Aún conservaba manchas de sangre, materia fecal y vello púbico.

Algunas versiones indicaron que Nora no tenía un trabajo fijo, vivía con su madre y, si bien solía ausentarse, siempre había algún tipo de comunicación entre ellas. Fue precisamente la falta de contacto y la no respuesta a los llamados que hizo al celular de su hija desde la tarde del miércoles, lo que llevó a la mujer a ir hasta la comisaría.

El misterio de lo que pasó y devino en la muerte de Nora quedó guardado en la coqueta vivienda céntrica de calle Belgrano, en la zona céntrica de Puerto San Martín, donde su tío trabajó durante años como mecánico de motos. Otro de los misterios que rodean al caso es que ningún vecino manifestó haber escuchado gritos ni ruidos extraños en la vivienda y toda la ciudad ha quedado conmocionada por la brutalidad del hecho.

La causa está siendo investigada por el juzgado de Instrucción Nº 12 de San Lorenzo, a cargo de Eduardo Filocco, quien caratuló la causa en principio como “homicidio calificado por el vínculo”. En tanto, el magistrado dispuso que los detenidos sean alojados en la jefatura de San Lorenzo.

Hipótesis

Según trascendió en el marco de la pesquisa, la relación incestuosa entre Walter Z. y su sobrina databa de tiempo atrás y que el fallecimiento de la mujer habría ocurrido al menos un par de horas antes de su hallazgo, por lo que se especula que el tío estaría esperando la llegada de la noche para intentar deshacerse del cuerpo.
Fuente: La Capital

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