jueves, 14 de abril de 2011

Quince puñaladas

Jardinero procesado por el crimen de su mujer La Justicia le atribuyó el delito de “homicidio simple”, por un hecho ocurrido en la ciudad de Esperanza.

Ramón Cornelio Aguilar un jardinero correntino de 45 años, radicado en Esperanza desde hace más de dos décadas, fue recientemente procesado por la Justicia provincial por el crimen de su concubina.

El juez de Instrucción Penal de la Séptima Nominación, Diego Andrés de la Torre, dictó el procesamiento por “homicidio simple” y confirmó la prisión preventiva que venía sufriendo Aguilar desde el 27 de enero, día en que ocurrió la tragedia.

Esa mañana, apenas pasadas las once, la pareja mantuvo una fuerte discusión en el dormitorio de la casa, ubicada en calle Nuevo Torino y Simón de Iriondo, en el barrio La Orilla, en la zona norte de la ciudad de Esperanza.

Y lo que empezó como un cruce verbal derivó en un ataque a punta de cuchillo, cuyo saldo fue la muerte de Delia Ester Nuñez, que cayó sin aliento en la puerta de calle, en un desesperado intento por escapar de su compañero.

Único testigo

La mujer tenía 33 años, también era oriunda de Corrientes y tenía cinco hijos de entre 7 y 16 años. Uno de ellos, el de 9 años, fue el único testigo del crimen y quien a pesar de su corta edad reveló la verdad de lo ocurrido.

Luego de varios días de internación, puesto que Aguilar intentó matarse después del acto de brutalidad cometido, en su primera declaración indagatoria el acusado ensayó una historia en la que su mujer aparecía como la iniciadora del ataque armado.

Le dijo al juez que Nuñez tomó un cuchillo y le dio un puntazo por la espalda. Luego él le quitó la daga y enceguecido de furia comenzó a apuñalarla.

Sin embargo, el pequeño testigo desbancó ese relato diciendo que su papá había sido el único responsable y que su madre sólo trató de defenderse. Una muestra de ello son los cortes en manos y antebrazos, símbolo irrefutable de un desesperado intento por evitar que las estocadas llegaran al cuerpo.

Causó sorpresa

Alertados por una vecina los primeros en llegar al lugar fueron los policías del Destacamento Nº 1 de La Orilla. Pero ni bien advirtieron la gravedad de caso pusieron en conocimiento a la División Judicial de la Unidad Regional XI del departamento Las Colonias, que está a cargo del comisario Cristian Wilhjelm.

La detención de Aguilar, producto del crimen de su mujer, fue toda una sorpresa para sus vecinos, incluso para quienes lo conocían por su destreza en el arte de la jardinería. Aguilar no era un simple jardinero, sino uno muy conocido, ya que se lucía ordenando parques de reconocidos empresarios.

Al día de hoy no se explican el accionar homicida, tal vez alentado por los celos que le despertaba su mujer. Según trascendió, Aguilar y Nuñez ya no vivían juntos e incluso la justicia había ordenado una medida de distancia.

Finalmente confesó

Compungido por la muerte de su mujer y por la acusación de su propio hijo, Aguilar acabó por confesar el crimen en dos ampliaciones de indagatoria, solicitadas por su abogado defensor, Carlos Chena.

El día del crimen Aguilar fue hallado bajo la ducha, encerrado en el baño, totalmente ensangrentado y con cortes en el abdomen. A sus pies se encontraba el cuchillo con el que ambos resultaron heridos y un teléfono celular que también fue secuestrado.

Estuvo algunos días en la sala de presos del Hospital Cullen, en Santa Fe, y una vez que le dieron el alta fue enviado a la Alcaidía de Esperanza. Actualmente, se encuentra alojado en la Cárcel de Las Flores, a la espera de juicio.

Su abogado solicitó la libertad, pero la fiscal Nº 5, Elena Perticará, pidió la confirmación de la prisión preventiva, reclamo este último al que el juez De la Torre hizo lugar.

Antecedentes

Si bien está claro que el jardinero tenía ganado el prestigio basado en su trabajo, no es menos cierto que lejos de estar inmaculado tenía al menos un antecedente, en un caso por “lesiones dolosas”, también con arma blanca. Además, en noviembre de 2010 la Justicia Provincial dictó una “medida autosatisfactiva de distancia del hogar”, a pedido de su concubina Delia Nuñez.

Autopsia

En principio, el imputado dijo que le había dado dos o tres puntazos, pero en realidad “fueron muchas más” -quince heridas- confirmó el forense que realizó la autopsia del cadáver de Delia Nuñez.

Con los abuelos

Los cinco hijos de la pareja, todos menores de edad, “se encuentran actualmente con los abuelos maternos, que viven en Mercedes, en la provincia de Corrientes”, confirmó el titular de Relaciones Policiales de Esperanza.

En primera instancia se los entregaron a un hijo del primer matrimonio de Aguilar, de 23 años, pero al otro día, cuando se convocó a la familia de la víctima para la entrega del cadáver, se hicieron cargo los abuelos.

Fuente: El Litoral

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