viernes, 22 de abril de 2011

FRENTE A SU CASA EN VERA

Apresaron a un agente judicial buscado por pedofilia Se desempeñaba en la mesa de entradas del Juzgado de Instrucción de Vera que investiga los abusos en perjuicio de menores. La chicas lo reconocieron como uno de los que, supuestamente, usaba sus servicios sexuales. El juez debió excusarse.

Una comisión policial de la UR XIX detuvo anoche las 23:30 a Alfredo B., el empleado judicial de los tribunales de Vera sindicado como posible coautor penalmente responsable del delito de corrupción de menores, promoción de la prostitución infantil y violación.

Los policías al mando del titular departamental de la fuerza pública, comisario Carlos Reginelli, esperaban disimulados por las sombras de la noche al ausente, cuando a la hora indicada se hizo presente en su hogar de calle Roque Sáenz Peña y Buenos Aires.

Fue trasladado a la jefatura y alojado en la alcaidía en calidad de detenido incomunicado hasta, se espera, el lunes cuando el juez Fabbro, el nuevo instructor de la causa, lo indague y defina su situación procesal.

Con esta detención suman 7 los arrestados en la causa por delitos sexuales en contra de menores de edad en Vera. Durante la jornada del jueves, defensores de los 5 sujetos que permanecen tras las rejas desde el primer momento solicitaron la excarcelación de sus clientes, pero el pedido fue denegado por el magistrado subrogante.

Los hechos

Las derivaciones del caso de abusos sexuales a menores en Vera no dejan de azorar a la esta comunidad. Luego de conocerse la semana pasada la detención de cinco hombres acusados de violación, corrupción de menores y facilitamiento de la prostitución, en perjuicio de seis niñas y adolescentes, en las últimas horas se sumaron dos nuevas detenciones.

El empleado judicial en cuestión, que cumplía funciones en la mesa de entradas del Juzgado de Instrucción de Vera - el mismo que llevaba adelante la causa -, y una mujer - que sería la madama - fueron acusados por las víctimas en sus declaraciones judiciales formuladas en la tarde de ayer, como uno de los que contrataban sus servicios sexuales, y la persona que conseguía los clientes, respectivamente.

La novedad obligó al juez de la causa Luis Octavio Silva a excusarse de seguir instruyendo alegando que el acusado es un agente del su juzgado y que, por lo tanto, mantenía cierta relación de afinidad con él.

Así las cosas, la causa recayó bajo la órbita del fuero Correccional a cargo del juez Germán Fabbro que libró en la mañana de ayer las órdenes de detención. Pero mientras Ángela B. fue encontrada y detenida por la policía verense en su domicilio, Alfredo B, no pudo ser hallado por la comisión policial que fue a aprehenderlo.

Una familiar había confiado a los agentes que su ausencia se debía a que tenía planeado viajar por el feriado de Semana Santa, aunque el juez Fabbro cree que anoticiado por los medios de su inminente detención decidió esconderse. “No debe andar muy lejos porque dejó el auto, ya libré la orden de captura para agilizar la situación planteada, pero ya la policía los está rastreando por la zona”, indicó en el mediodía del jueves el magistrado a El Litoral.

Fue solo dejar que pasen las horas. La presunción del juez fue certera y cerca de la medianoche fue apresado al intentar ingresar a su vivienda ubicada en las inmediaciones de Roque Sáenz Peña y Buenos Aires de Vera.

Los hechos se desencadenaron, insistimos, a causa de la comparecencia de los menores ante la Justicia, pero también fue clave el testimonio de un vecino que aportó datos de importancia. La vivienda del empleado fue allanada y las cosas y elementos encontrados coinciden con lo descripto por las abusadas.

También pudo saberse que de los detenidos hasta el momento el más comprometido sería Sánchez, un hombre nacido en 1930 y que tiene actualmente 81 años. De acuerdo a lo expuesto por fuentes judiciales, a su casa iban las chicas antes de ir al boliche.

En las últimas horas, surgió como novedad la probable aparición de una nueva víctima de los abusos, también menor, cuyo nombre al igual que el de las demás, se mantiene en secreto, por obvias razones de proteger su integridad.

Fuente: El Litoral

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