martes, 30 de marzo de 2010

Homicidios Impunes.-

Familias disconformes

Cuatro crímenes impunes

pasaron a la Oficina NN

Mirtha Rotondo de Prato en 2006; Mario Laracca en 2007; Ioris Belluni de Laurencena en 2008 y Vilma Guisone en 2009. Los casos son un muestrario de los homicidios en los que no se hace justicia.

Mario Laracca fue ultimado para el Día del Padre, en la esquina de su negocio. Ioris Belluni de Laurencena (en la foto con el ex gobernador Obeid y el ex senador Olivera) fue asesinada de un golpe en la cabeza. A Mirtha Rotondo viuda de Prato, la encontró muerta un empleado de la ferretería de la familia.


Tras el anuncio del padre de Valeria Caggiano de que el crimen de su hija podría pasar a la Oficina de Causas con Imputados No Individualizados (Oficina de NN), El Litoral pudo confirmar que otros cuatro expedientes de similares connotaciones se encuentran en esa dependencia judicial, que está a cargo de la fiscal María del Carmen Bertone.

Los casos llegan allí cuando los jueces de Instrucción no tienen a quién imputarle el delito, cuando el asesino está ausente; no porque se encuentre prófugo de la Justicia sino porque quienes deben investigar no tienen ni la mínima idea de quién pudo ser el autor. Pero no sólo son crímenes a los que se dedica la fiscal Bertone, sino que a ello se suman otros delitos comprendidos en el Código Penal, como el de robo de motos y autos entre los más comunes.

Entre esa gran cascada de expedientes que desbordan el archivo de la fiscalía sobresalen cuarto muertes, de las que en algunos casos, ni sus familiares sabían de ese destino anónimo.

Mario Laracca

“Uno va bajando la guardia”, dijo Valeria, la esposa de Mario Laracca, al enterarse que el suyo era uno de los cuatro. “Lo último que supimos fue cuando metieron preso a “Mente de Pollo’, pero el carnicero no lo reconoció. De ahí en adelante no se supo más nada”, explicó.

Mario tenía 32 años cuando lo derribaron de un disparo, dos delincuentes que escapaban de la carnicería que está en la esquina de las avenidas López y Planes y Fray Cayetano Rodríguez, al lado de su comercio de venta de herrajes. Fue el domingo 17 de junio de 2007, mientras la familia Laracca se dirigía a almorzar con motivo del Día del Padre.

Además del carnicero hubo otros dos testigos. Ninguno de los tres pudo reconocer a los asesinos hasta ahora.

La causa ingresó en el Juzgado de Instrucción Primera, que por entonces estaba a cargo del ya jubilado Pedro Guevara. Cuando el escándalo que derivó en la destitución del juez Mauricio Frois estalló el año pasado, Guevara pidió licencia y las causas del juzgado, entre ellas Laracca, se quedaron sin juez.

En marzo del año pasado, el juez Darío Sánchez -temporalmente a cargo de Instrucción 1ra.- le tomó indagatoria a un sospechoso de 24 años, pero no se reunieron pruebas suficientes para dejarlo detenido.

Mirtha de Prato

Un año antes, el 20 de junio de 2006, la policía llegó hasta una casa de La Rioja y San José, en barrio Roma, donde un empleado de la ferretería Prato encontró muerta a Mirtha Guadalupe Rotondo de Prato. La mujer de 67 años, se encontraba tendida en el baño, con dos perdigonadas de escopeta en el cuerpo.

Por ese hecho, fue detenido un amigo de la víctima, un mecánico dental de 63 años. El juez de Instrucción Séptima, Diego Andrés de la Torre procesó al imputado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Sin embargo, “la Sala II de la Cámara Penal revocó la medida, que había sido apelada por el fiscal”, recordó el abogado Guillermo Gerarduzzi, a cargo de la defensa del detenido durante la instrucción.

Con la caída del procesamiento, el principal sospechoso recuperó la libertad y desde entonces no se supo más nada del crimen, que pasó a la Oficina de NN.

Ioris Laurencena

El 5 de junio de 2008, la policía de San Justo encontró muerta en su casa de campo a la señora Ioris Noemí Belluni de Laurencena. La mujer de 83 años vivía sola, en un campo retirado unos 5 km al este de la ciudad, por la Ruta 61-S.

La noticia conmocionó a la comunidad del Portón del Norte, dado que la señora Ioris era conocida por todos como “la mujer que criaba pavos”, pero además era la presidenta de la Cooperadora Policial de la Comisaría 2da. y participaba de las actividades del coro de la ciudad, entre otras actividades sociales.

Desde el comienzo, la investigación estuvo a cargo del juez de Instrucción Tercera, Julio César Costa, quien hasta el día de hoy no halló siquiera una pista que lo conduzca al autor material del asesinato.

Aunque al tanto de que la causa había pasado a la Oficina NN, un sobrino de la occisa radicado en Esperanza, Carlos Belluni, expresó que “no estamos conformes con la investigación de la policía y tampoco con la intervención de los dos jueces”, con referencia a Costa, y al juez Civil y Comercial Nº 10, que tramitó el sucesorio.

Vilma Guisone

El cuarto crimen no resuelto que pasó a manos de la doctora Bertone tiene por víctima a Vilma Guisone, una mujer de 36 años, embarazada de cuatro meses, a la que acribillaron de tres balazos en su casa de Humboldt, en el departamento Las Colonias.

Su compañero, Daniel Gerardo Infantino, se reunió el 17 de marzo último con el juez de Instrucción Segunda, Nicolás Falkenberg, para conocer los avances en la investigación.

Sin embargo, y aunque la causa estuvo a cargo de ese juzgado ocho meses atrás, cuando todavía estaba en su puesto el juez José Manuel García Porta, la División Judicial de la Unidad Regional XI envió el expediente directamente a la Fiscalía NN.

A Vilma la asesinaron la tarde del 17 de julio de 2009, en la cocina de su casa. En ese momento, Infantino regresaba de viaje y fue el primero en encontrarse con el trágico cuadro.

Consultado por El Litoral, la pareja de Guisone se mostró sorprendido por la noticia de que el caso se encontraba en esa dependencia. “El juez se comprometió a trabajar en el esclarecimiento del hecho”, dijo y agregó que junto con su abogado Claudio Torres del Sel “estabamos citados para esta semana” (por la semana pasada), pero resolvieron postergar la visita.

A Vilma Guisone la mataron de tres disparos. Su pareja, Daniel Gerardo Infantino, reclama el esclarecimiento.


Valeria Caggiano.

En una entrevista publicada el miércoles pasado el padre de Valeria Caggiano contó que en los próximos días el expediente por el crimen de su hija podría pasar a la Oficina NN. Pasaron 16 meses desde aquel 26 de noviembre de 2008, cuando la mujer de 38 años fue varias veces apuñalada, en la cochera donde guardaba el auto, en el barrio Sur. La causa está en el Juzgado de Instrucción Cuarta, a cargo de Rubén Eduardo Saurín.

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