viernes, 27 de mayo de 2011

Violento asalto en estudio jurídico

Ocurrió en Grand Bourg 3569 (al lado de Canal 13). Actuaron dos delincuentes. Golpearon a las víctimas. Cuando se accionó la alarma huyeron.



El veterano abogado resistió el ataque a puro bastonazos. "No se la iban a llevar tan fácil", dijo hoy. Foto:Danilo Chiapello

Un abogado, su esposa y la hija de ambos atravesaron ayer dramáticos momentos, cuando una pareja de delincuentes se les metió en su domicilio.
El grave suceso tuvo su fin gracias a un oportuno recurso que puso en fuga a los rufianes justo en el momento que estaban propinándoles una paliza a las víctimas.

La trampa

Eran cerca de las 16 cuando alguien llamó a la puerta del estudio jurídico ubicado en Grand Bourg 3569 (al lado de Canal 13).

Juan Carlos Rivera (82), un veterano abogado de nuestro medio, fue quien se dirigió para atender. El nombrado se traslada con paso cansino y con ayuda de un bastón.

A poco de abrir quedó frente a un hombre, de unos 45 años. Estaba bien vestido y lucía tranquilo. Era robusto.

El recién llegado dijo que venía en representación de una escuela que necesitaba utilizar el salón del club Velocidad y Resistencia. (Es de hacer notar que Rivera tiene vinculación con dicha institución).

Acto seguido invocó el nombre de una persona que es conocida por la víctima.
Sin sospechar los momentos por vivir, el abogado le explicó que ese tipo de pedido se hacen por nota escrita, y que dicho trámite tenía que estar a cargo de la escuela solicitante.

Estaban en eso cuando el “amable” visitante se transformó.

De un empujón hizo retroceder a Rivera. Luego le gritó “dejame entrar”.

Entonces Rivera apeló al único elemento que tenía para defenderse: su bastón. A puro golpe intentó retener la embestida del rufián.

Pero fue en dicha circunstancia que apareció en escena un segundo sujeto. Era un joven, de unos 25 años, de complexión delgada.

En cuestión de segundos ambos individuos (a cara descubierta) ya estaban dentro de la casa.

Alertada por los gritos, Zulema Bonaparte (78), la esposa de Rivera, llegó hasta el comedor. También ella fue blanco de golpes y agresiones.

A pelear

A todo esto, en una sala contigua, se encontraba trabajando Zulema Rivera (50), la hija del matrimonio. Como es lógico imaginar al cabo de unos instantes se sumó a la refriega.

Los tres integrantes de la familia resistieron como pudieron el ataque. “Peleamos con alma y vida, porque sabíamos que podía pasar algo muy feo”, dijeron hoy en diálogo con este diario.

Si bien todos resultaron lesionados, la hija del matrimonio fue quien llevó la peor parte. Fue blanco de trompadas y patadas que le significaron graves lesiones. En la pelea recibió un golpe en la cabeza (posiblemente un culatazo) que derivó en un desmayo y pérdida de conocimiento.

De un momento a otro el coqueto inmueble ubicado a metros de la costanera se transformó en un infierno.

El principio del fin llegó cuando una de las víctimas comunicó que se había accionado el botón de “pánico” del sistema de alarma (que llama a la policía de manera automática).

“En cuestión de minutos va a llegar la policía, porque se activó la alarma”, decía la familia de manera desesperada.

“Vos salvate”, le indicó Juan Rivera a uno de la malvivientes.

“Yo me voy”, decía el otro rufián aunque primero debía liberarse de las uñas de Zulema que estaban enredadas en su pulóver.

Finalmente ambos escaparon a la carrera con rumbo incierto.

Al cabo de un rato, la policía llegó al lugar y comenzó con sus tareas de rigor.

Personal del Dipaes también arribó a la casa y dio una primera asistencia a los heridos.

Poco después, padre e hija eran trasladados hasta el hospital Cullen.

Al primero se le diagnosticó herida cortante en labio, con traumatismo en ambas piernas y brazos. La mujer resultó con herida cortante en cuero cabelludo (3 puntos de sutura) y fractura de maxilar inferior izquierdo.

Desconcertados

Esta mañana todo el grupo de familia se mostró desconcertado por lo sucedido.

En diálogo con este diario explicaron que "es la primera vez que nos ocurre algo así y no le encontramos razón".

Agregaron que “lo que más nos asusta es que habían hecho ‘inteligencia’ para dar este golpe. El nombre que invocaron es una persona de nuestro conocimiento. Además también tenemos relación con el Club Velocidad y Resistencia. Entonces todo eso, y otros datos que nos reservamos, nos indican que no eran improvisados”, sentenciaron.
Fuente: El Litoral

No hay comentarios: