Hallaron muerto de un disparo en la cabeza a un soldado en un regimiento

Un militar perdió la vida al ser baleado en la localidad neuquina de Junín de los Andes, donde las autoridades investigan en qué circunstancias se produjo el incidente, dado que la bala salió al parecer del arma de un compañero.


Un soldado de 23 años murió tras recibir un balazo en la cabeza en un regimiento de la localidad neuquina de Junín de los Andes, donde otro joven voluntario del Ejército fue detenido e internado en estado de shock, ya que al parecer realizó el disparo en forma accidental.

El soldado muerto, identificado como Juan Ramón Pérez, de 23 años, recibió el disparo durante un cambio de guardia en el Regimiento de Infantería de Montaña 26, tras lo cual fue llevado de urgencia a un hospital de Junín, donde falleció.

El jefe del regimiento, teniente coronel Hugo Tabbia, informó en un comunicado que se trató de un “accidente con arma de fuego dentro de la unidad” y señaló que Pérez se había incorporado en 2009 a la fuerza de seguridad nacional. El joven, remarcó, era “oriundo de la ciudad de Junín de los Andes y fue trasladado con vida al hospital local, produciéndose posteriormente su fallecimiento en ese nosocomio”.

El teniente coronel también dio la noticia a la familia del joven y avisó a la policía y a la justicia Federal, tras lo cual señaló que la muerte de Pérez “afecta profundamente a todos los integrantes del regimiento”.

El caso es investigado por la justicia federal, que ordenó la detención e internación en un hospital de un compañero del soldado a quien, según las primeras investigaciones, se le escapó un tiro en forma accidental y mató a Pérez.

El soldado detenido sufrió una conmoción tras el disparo, por lo que debió ser internado para ser estabilizado y deberá ser trasladado a Zapala para ser interrogado por la justicia. Fuentes judiciales citadas por la prensa neuquina señalaron que un testigo al parecer increpó al soldado diciéndole “se te escapó el tiro” y otros dijeron haber visto al joven lamentarse del incidente y gritar “lo maté, lo maté”.

El juez de Instrucción Federico Sommer fue uno de los primeros funcionarios judiciales en acudir al regimiento tras la notificación del caso, pero por tratarse de un hecho ocurrido dentro del predio militar y con armas del Ejército dio intervención al juez federal Rubén Caro. La causa, en principio, fue abierta con la carátula de “homicidio culposo”.



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