Dos menores asaltaron una panadería con cuchillos

En dos minutos, asaltaron una panadería de barrio Hipódromo. Ocurrió en un local de diagonal 80 y 116. También quisieron robarle a un cliente, pero escapó corriendo
Fotos El Día


Todo ocurrió en dos minutos. Poco les importó a los menores que se trata de un local ubicado en una zona muy transitada de la Ciudad, y menos aún, que había clientes dentro. Anteayer, dos adolescentes de 14 y 20 años asaltaron una panadería cercana a la estación de trenes, donde amenazaron con un arma blanca a la joven que atendía para sustraerle el dinero de la recaudación.
Esta es la tercera vez que la panadería "La Industrial", situada en diagonal 80 entre 115 y 116 se convierte en escenario de un asalto, desde que funciona en ese local, hace 2 años.
De acuerdo a lo que contó la víctima a EL DIA, todo sucedió cuando estaba atendiendo a un cliente y entraron dos ladrones al lugar. Según dijo, estaban armados con cuchillos, que no dudaron en exhibir para intimidarla.
EL CLIENTE ESCAPO CORRIENDO
"Queremos la plata", dijeron, sin perder tiempo. En vista del peligro que corría, la vendedora no ofreció resistencia y dejó que los ladrones se llevaran el dinero de la caja.
"Me decían que querían la plata grande, que les dé los de cien, pero lo que había en la caja era todo", explicó Mariel, quien sufrió su primer robo desde que trabaja en el negocio, ya que en los anteriores estaba la dueña.
Durante ese momento de tensión, y disconformes con el dinero que habían conseguido, los asaltantes quisieron robarle también al cliente. Pero el hombre reaccionó enseguida y salió corriendo por la diagonal 80, para pedir ayuda.
UN BARRIO PELIGROSO
"Pasó todo muy rápido. Al cliente le pidieron las cosas que tenía adentro de la mochila, pero el hombre se escapó porque la puerta había quedado entreabierta. Después los ladrones se fueron", agregó la empleada.
No bien los delincuentes se dieron a la fuga, la joven salió a la calle y se cruzó a policías que pasaban por la vereda, a quienes les comentó lo que acababa de ocurrir.
A pesar de que por la zona se montó un operativo para tratar de dar con los osados delincuentes, al cierre de esta edición los sospechosos no habían sido capturados.
"La verdad es que el barrio es peligroso y a la Policía se la ve pasar, pero poco", reconoció Mariel, quien ayer a la tarde, obligada por la inseguridad, ya atendía al público con la puerta cerrada.
Fuente: El Día