miércoles, 4 de mayo de 2011

Cinco policías relevados por la extraña fuga de un chino de la comisaría 11ª


Un ciudadano chino que había sido detenido el sábado a la mañana acusado de extorsionar a comerciantes de esa nacionalidad se escapó de manera...

Un ciudadano chino que había sido detenido el sábado a la mañana acusado de extorsionar a comerciantes de esa nacionalidad se escapó de manera insólita de la seccional 11ª. La comisaría no tiene penal y el prófugo estaba en una oficina destinada a la confección de sumarios, pero curiosamente no estaba esposado. Para escurrirse, según la versión oficial, rompió el barrote de una ventana enrejada, salió al patio de la dependencia y luego ganó la calle. El escape motivó el relevo de dos jefes y tres empleados que estaban en la dependencia, mientras se investiga si existió connivencia policial con la evasión.

A raíz de la fuga fueron relevados y pasados a disponibilidad el titular de la comisaría 11ª, Héctor Maglier; el subjefe, Roberto Sandoval, y tres suboficiales que estaban en el momento en que Yang Bin, de 39 años, se esfumó. El suceso presenta aristas oscuras. Que el detenido oriental no tenía las esposas colocadas no sería la única anomalía del caso. La desaparición recién fue comunicada por el responsable de la seccional a sus superiores tres horas después de que ocurrió.

A su vez, la sospecha de connivencia de los uniformados sobrevuela a la desaparición del hombre apresado. Una fuente vinculada con la pesquisa señaló que el escape no se produjo por un descuido de los uniformados y que, en cambio, Yang Bin se fue de la dependencia policial de Lamadrid al 200 luego de pactar un precio para ser liberado.

"Les pagó 100 mil pesos a quienes debían custodiarlo", comentó un vocero consultado por este diario. Ese dato es materia de investigación. A los efectivos relevados se les inició un sumario interno y además quedaron a disposición del juez Correccional Héctor Núñez Cartelle.

El suceso fue el sábado y recién ayer tuvo resonancia pública. El caso está enmarcado en episodios de extorsión vinculados con la denominada "mafia china". Es decir, las intimidaciones que sufren ciudadanos de ese país que abren supermercados en la ciudad y deben pagar un canon a cambio de protección.

Los pesquisas policiales están investigando cuatro denuncias de aprietes que sufrieron comerciantes chinos de la zona sur. Quienes realizaron esas presentaciones son los dueños de los autoservicios de Arijón al 100, de Sánchez de Bustamente al 800, de Esteban de Luca al 1200 y de Saavedra al 600.

Detenido en un taxi. Todo se inició cerca de las 11 del sábado. A esa hora, Yang Bin llegó al supermercado Diana, situado en Buenos Aires al 1400, para recibir, al parecer, el pago de los dueños del comercio. Luego de recibir el efectivo, se subió a un taxi y se marchó. A partir de este momento, el relato oficial tiene diferencias de matices.

Una alta fuente de la Jefatura señaló que un custodio privado se contactó con la comisaría 11ª cuando distinguió que el visitante se iba en el vehículo de alquiler. Sin embargo, otro oficial consultado por este diario indicó que quien llamó a la dependencia fue el taxista cuando advirtió que Yang Bin se mostró "nervioso" mientras hablaba con su teléfono celular.

Enterado del suceso, el subcomisario Maglier acompañado por otro efectivo se subió a un vehículo policial y salió tras los pasos del recaudador. Lo atrapó cuando transitaba por Buenos Aires al 4400. A Yang Bin lo llevaron a la seccional 11ª y quedó alojado en una oficina que ocupa habitualmente el sumariante de la comisaría.

En el momento de la detención, los uniformados le secuestraron 27 mil pesos, tres celulares y varios papeles escritos en mandarín, un dialecto que constituye la lengua oficial de la República Popular China. ¿Por qué el hombre apresado no quedó detenido en un celda?, preguntó LaCapital al jefe de la policía rosarina, Cristian Sola. "Porque no hay calabozos a raíz de se está construyendo un minipenal", respondió el oficial. Sin embargo, otra fuente señaló que la construcción del emprendimiento "está parada".

La primera dificultad con la que tropezaron los uniformados de la seccional 11ª cuando intentaron tomarle declaración a Yang Bin fue la barrera idiomática. El caso fue comunicado a la jueza de Instrucción Nº10, Irma Patricia Bilotta. La magistrada dispuso que el suceso debía ser investigado por la sección Seguridad Personal a raíz de que el ciudadano chino estaba involucrado en una presunta extorsión.

El jefe de esa dependencia llegó a esa comisaría y se hizo cargo de la pesquisa. "Le sacamos una foto (al detenido), pero cuando revisamos la agenda de los celulares no pudimos obtener ninguna información porque todo estaba escrito en mandarín", explicó el comisario Marcelo Gómez. El oficial comentó que se apelará a un traductor para poder descifrar los mensajes que aparecen en los aparatos telefónicos. Mientras esto ocurría, unos cincuenta ciudadanos chinos, propietarios de supermercados, se congregaron en la puerta de la 11ª.

Sorpresa en la oficina. A las 17 del sábado, los policías de Seguridad Personal fueron a buscar al ciudadano oriental, pero su sorpresa fue mayúscula. Yang Bin se había esfumado. Un vocero policial brindó un detalle inquietante: "El chino estaba custodiado por un policía de la 11ª". Cuando ya habían transcurrido tres horas de la fuga, el comisario mayor Sola fue informado del suceso.

El jefe policial acudió a la comisaría 11ª y, luego de escuchar las explicaciones de los responsables de la dependencia, dispuso el pase a disponibilidad de los jefes y de los tres suboficiales que estaban cuando ocurrió el escape. Al parecer, los argumentos que brindaron los uniformados no le parecieron convincentes. "El detenido no estaba esposado y no se tomaron medidas de seguridad. No sé si hubo complicidad, pero, en principio, hubo negligencia en la custodia", afirmó Sola.

Uno de los jefes policiales consultados señaló que Yang Bin no vive en Rosario y llegó desde Buenos Aires para recolectar los pagos. "Se libró la orden de captura a la Policía Aeroportuaria, a Gendarmería y a Interpol", comentó el comisario Gómez. El escape está siendo investigado por el juez Correccional Núñez Cartelle, la División Judiciales de la Unidad Regional II y la Dirección de Asuntos Internos. En tanto, el nuevo jefe de la seccional 11ª es el subcomisario Máximo Alegre.
Fuente: La Capital

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