Cuantioso robo en una
distribuidora de San Justo
Los ladrones actuaron con gran conocimiento del terreno. Violentaron una caja fuerte con amoladora, barreta y martillo. Hasta el momento no aparecen testigos y la policía investiga el caso.
Carlos Yesciani
sucesos@ellitoral.com
San Justo (De nuestra agencia).— Autores ignorados asestaron un tremendo golpe en una distribuidora de bebidas donde, tras violentar una caja fuerte, se hicieron de una fuerte suma de dinero.
El hecho quedó al descubierto en la mañana de ayer, aproximadamente a las 8, cuando un encargado de la planta se aprestaba a iniciar las tareas habituales.
José Albano, encargado de la administración de la distribuidora de bebidas de Daniel José Rogmanoli, llegó como de costumbre a su lugar de trabajo, la planta ubicada en la intersección de los bulevares Pellegrini y Roque Sáenz Peña, más precisamente frente al hospital local y a una cuadra de la Comisaría 1a. de Policía.
El comercio tiene una actividad más que importante, a punto tal que cuenta con sucursales (en Rafaela y en Reconquista), además de poseer una flota de 8 camiones propios, más los repartidores en la ciudad que suman otros 8 a 10 camiones.
Sorpresas
Algo lo sorprendió de entrada: el candado del portón del patio sobre Roque Sáenz Peña estaba abierto y roto. Enseguida, como lo hace habitualmente, desactivó la alarma para poder abrir el portón y luego subió a la planta alta donde está ubicada la administración.
La segunda sorpresa -nos comentó José Albano- fue encontrar todas las luces prendidas, algo que él siempre tiene muy en cuenta cuando se retira: de dejar todas las luces apagadas.
Es de destacar que toda la administración ubicada en la planta alta posee sensores de alarmas y en algunos lugares cámaras de video.
“La primera puerta que conduce a todas las oficinas administrativas estaba violentada -continuó diciendo Albano-; luego fui a una dependencia o pequeña habitación en la que se encuentra la caja fuerte, donde existe también un sensor de alarma y me encontré con la caja abierta y violentada”, expresó.
Es de hacer notar que los ladrones conocían perfectamente el lugar, o tenían datos muy precisos, ya que según este cronista, el sitio donde se encuentra la caja está prácticamente disimulado con una puerta que parece más un baño.
El botín
La caja fue violentada con dos precisos cortes de amoladora, y luego la abrieron con barretas y a golpe de martillo, tal como lo demuestra el estado que presentaba esta mañana.
Albano destacó que en el interior había alrededor de 45 mil pesos, y un total de 17 mil pesos en cheques, y manifestó lo bueno que significó que no hubiera víctimas personales que lamentar.
También recordó aquel asalto del 4 de marzo de 2007, cuando la administración funcionaba en calle Urquiza, donde hoy está la vinoteca. En una noche lluviosa, los delincuentes a punta de pistola redujeron a los empleados, los amenazaron, encerraron y luego se llevaron una gran suma de dinero y valores.
José Albano destacó que de inmediato llamó al propietario de la empresa y seguidamente dio aviso a la Comisaría 1a. de Policía.
Cuantioso robo en una distribuidora de San Justo
La caja fue violentada con dos precisos cortes de amoladora, y luego la abrieron con barretas y a golpe de martillo.
Cuantioso robo en una distribuidora de San Justo
El tradicional negocio ya conocía los sinsabores de la delincuencia. En 2007 los habían asaltado a punta de pistola.
En firme
Esta mañana, conversábamos con Daniel Romagnoli y algunos empleados y todos coincidían en que los delincuentes conocían muy bien el lugar, como así también las cámaras de video y los censores de las alarmas, que en ningún momento fueron desactivadas.
/// EL DATO
Un triste antecedente
San Justo (De nuestra agencia).- El 5 de marzo de 2007 tres hombres armados irrumpieron en el negocio y a punta de pistola y a cara descubierta amenazaron a los empleados, los redujeron, encerraron y se llevaron la recaudación del día.
Caía sobre San Justo una pertinaz lluvia, cuando un hombre llamó a la puerta de atención al público, que estaba cerrada por el horario y solicitó comprar un cajón de cerveza.
El empleado le pidió que pase por el costado o sea por el portón donde entran los camiones para la carga de mercadería.
En un momento dado, el hombre que había ingresado al lugar con un cajón de envases vacíos de cerveza, saca del cajón un arma de fuego, e inmediatamente entran, dos hombres más portando armas de fuego.
Allí redujeron al empleado que les abrió el portón y de ahí pasaron a las oficinas donde, sorprenden y dominan a los cuatro empleados que estaban terminando su diaria labor.
Acto seguido, bajo amenazas de muerte solicitan el dinero y los atan, también les quitan a todos los teléfonos celulares, además destruyen la central telefónica del negocio y luego fugan del lugar con una jugosa suma de dinero y valores.
Al cabo de un tiempo uno de los empleados logró liberarse y dio aviso a la policía.
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