viernes, 21 de mayo de 2010

Para recordar y tener memoria

PANDILLAS, MARAS, TRIBUS URBANAS Y “VILLAS MISERIAS”.
Desde febrero del año 2005 en EE.UU.  Desarrollaron un plan denominado OCS (Operación Community Shield) Operación Escudo Comuna, a través de diversos organismos y especialmente por el ICE (U.S. Inmigration and Customs Enforcement), con el objetivo de identificar cuadrillas violentas, sus operadores y cabecillas como así también sus movimientos y operaciones criminales, tendientes a lograr la expulsión de los Estados Unidos.-

Dicha planificación se concentró principalmente a los miembros de dichas cuadrillas que se hallaban ilegalmente en dicho país, con una convicción criminal anterior o estaban implicados en crimines con un nexo en la frontera, en particular atinentes al lavado de dinero, contrabando de seres humanos, armas y narcotráfico.-

Por las características del país y los informes de inteligencia obtenidos, primeramente se abocaron a las organizaciones de origen Salvadoreños, que dieran el origen a la denominación de “Mara Salvatrucha”, Mara por Marabunta, bichos u hormigas y su forma tan especial de atacar Salva por su origen Salvadoreño y Trucha por la habilidad y agilidad, dos de las más conocidas en ese país la MS13 y MS18, las cuales fueron luego imitadas por otros de diversas nacionalidades dándose diversas denominaciones tales como Reyes Latinos, Vatos Locos, Mafia Mexicana, Cuadrilla de la Raza, Hermanos de Frontera, Norteño, Florencia 13, Boy asiático y muchas otras.-

Que el trabajo desarrollado rindió frutos logrando la deportación de más de 120, otros aún en trámite de una cifra aproximadamente a 1.138 detenidos esto tan solo en ocho meses de trabajo.-

No obstante esta política desarrollada, no se pudo dar freno a dicho flagelo, sino que se sigue incrementando a pesar de los esfuerzos, con el agravante que los deportados muchos en sus países de origen otros diseminados en todo Latinoamérica fueron instaurando dicha cultura.-

Es así, la problemática de las pandillas, en cuanto subculturas unidas por ligamentos de conveniencia generalmente étnicos o de interés común ligados a conductas criminales, son comunes en todo ibero América.-

En nuestro país, sin perjuicio de la existencia de violentas comunidades de naturaleza mundial, como los “skin-heads” ò “bad-boys”, adquieren particular relevancia los denominados “villeros” ò “tumberos”, que se iniciaron en los complejos habitacionales denominados “villas miserias”.-

Estos complejos, originalmente destinados a recibir corrientes migratorias del interior del país desde la década del 40 con finalidades laborales, en la actualidad están transformadas en concentraciones urbanas de escasos recursos económicos, nivel de vida marginal y miserable, escaso progreso social y conductas diarias que bordean ò ingresan llanamente en la criminalidad, las cuales afectan directamente al cuerpo social.-

Entiéndase que la denominación no afecta a los residentes de dichos complejos urbanos en tanto ocupantes de los mismos, sino a la subcultura generada a consecuencia de dicha manifestación social, como una expresión específica mas de las localmente denominadas “tribus urbanas”.-

Es oportuno aclarar que éstas últimas se generaron primeramente en los grandes ámbitos urbanos integradas por jóvenes con códigos y estilos particulares, cuales fueran estudiados por su particularidad como fenómeno social desde ópticas de ciencias varias como la criminología, psicología social, sociología ò antropología y generadas  por causas plurales como el ocio, la deserción escolar, el desempleo ò el rechazo del joven a los roles asignados por la sociedad.-
En general la falta de contención, la reprobación social, el vació comunicacional de la comunidad y la indolencia generalizada crean un ambiente de frialdad sociocultural que congela cualquier acción asociativa integrada al urbe.
Son comunes a nivel internacional, y de los cuales participa Argentina, los “punks”, “hardcores”, “skin-heads”, “bad-boys”, entre otros, comúnmente asociados a la violencia y al crimen.-

Si bien la cultura “villera” no se encuentra todavía organizada institucionalmente al nivel de las “pandillas” ò “maras”, las que forman parte del crimen organizado, narcotráfico e incluso terrorismo, trafico de personas, etc. Orienta su proyección a lograr esa tendencia grupal orientada a conformarse como mano de obra criminal de primera línea, con solo ver los acontecimientos nacionales de los últimos días, cosas impensadas para muchos hoy  están sucediendo y no nos debemos dejar sorprender por lo que pueda acontecer en un futuro no lejano sino mas bien inmediato.-

No podemos pasar por alto la marcada tendencia apologética criminal, se infiere en el contenido de las canciones, esa manifestación cultural como por ejemplo la “cumbia villera” entendida como subgénero de la Cumbia tan aceptada a partir de los 90, la mismas (“cumbia villera”) vino a reflejar la aspereza de la vida en los márgenes del conurbano bonaerense, no sólo en cuanto a expresión musical sino también como una modalidad de indumentaria que identificaba a sus cultores: zapatillas de marca, pantalón de gimnasia, campera deportiva y gorrita ad hoc.
La marcada tendencia apológica criminal se infiere en el contenido de sus canciones “Las letras de ésta subespecie cumbiera pusieron en circulación una serie de expresiones provenientes de una jerga o una geografía urbana determinadas que se fueron entretejiendo con el habla popular”, Guachin (pibe ò chabón), llantas (zapatillas), rescatarse (ponerse las pilas) y muchas más.
Esas mismas letras, apenas captaron la atención de los medios, instalaron la polémica, qué era esa música sino una apología del delito y del consumo de drogas.
Simplificamos al margen, lo cierto es que sus canciones lograron trascendencia masiva al costo de manejarse con ciertos estereotipos que de alguna manera reforzaron los estigmas que los habitantes de las villas cargan sobre sus espaldas.
Por caso, el delincuente común glorificado como héroe suburbano; así un pre condicionamiento ilícito ò de alguna manera simpatizante con la criminalidad, se determina como un caldo de cultivo espléndido para que afloren estructuras organizadas de igual acabadamente en las “favelas” de Brasil, cada vez más emparentadas con el narcotráfico y delitos de igual resolución compleja (tráfico de armas y personas).-

Analizando todo lo expresado, de adoptarse la política norteamericana, solo se lograría desplazar el problema, pero no se lo solucionaría, para ello se debería contar con un plan estratégico desde todos los organismos estatales destinados a dar soluciones a corto, mediano y largo plazo, en áreas de salud , educación, inserción laboral con panoramas claros y precisos, profesionalización y capacitación continua de las fuerzas de seguridad especialmente para encontrarse siempre delante del delito y no por detrás, y muchos temas más que se deberían tener muy en cuenta, pero ello sería muy largo de desarrollar y no forma parte de estas consideraciones enunciadas, sino que serian proyectos tendientes a su solución.-

El presente trabajo lo hice hace unos meses viendo ciertos comportamientos en nuestra comunidad, si vez la edición del Lunes 2 de febrero de 2009 en una nota que me hizo el diario El Colono del Oeste a pagina 3 titulado ”Como llegó la droga para consumo también llegará la violencia tribal” hago referencia a ello y más aún para que tome conciencia todas las autoridades, y la sociedad.-

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