miércoles, 28 de abril de 2010

Es la realidad no Sensación.

Tres historias de vecinos y un denominador común: los delincuentes ganan
Guadalupe: donde vive el miedo
Un inmueble saqueado. Una vivienda tiroteada. Un hombre baleado cuando resistió un robo en su vivienda. Todo en menos de 48 horas.
 
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
La delincuencia camina tranquila por las calles de Guadalupe. Sólo entre sábado y domingo una vivienda fue saqueada, otra fue tiroteada y un vecino resultó baleado cuando resistió el ataque de unos rufianes en su domicilio.
* Era la noche del sábado cuando Carolina Pérez y Víctor Liponezky recibieron (vía teléfono) la peor de las noticias: “Vayan a su casa porque entraron ladrones”.
A poco de arribar sintieron en carne propia todo el dolor del despojo. Autores desconocidos se habían ganado en el interior de la finca de calle Gral Paz al 8100 y la habían desvalijado.
Tras observar el lugar se dedujo que los cacos primero violentaron el ventiluz de un baño que da a la calle y desde allí entraron a la casa. Luego, con ayuda de una barreta para neumáticos, forzaron la puerta principal hasta que lograron abrirla.
Lo que siguió fue el desastre: se llevaron el televisor, la heladera, dos ventiladores, instrumentos musicales, equipos de audio, una estufa, una cámara fotográfica analógica profesional, prendas de vestir, bolsos, en fin... todo.
Se cree la “mudanza” los cacos la hicieron en las últimas horas de la tarde del sábado.
Indiferencia
Víctor es empleado en una empresa familiar de diagnóstico por imágenes. Carolina es estudiante y actriz. Hace ya mucho tiempo decidieron caminar juntos por la vida. Hoy fueron contundentes a la hora de reflexionar sobre lo ocurrido: Nos vamos.
“La decisión ya la tenemos tomada: nos vamos. Pero no sólo por la cuestión del robo. Las cosas materiales en definitiva van y vienen. Lo que más nos dolió fue la indiferencia del barrio, la falta de solidaridad. Ningún vecino se acercó a preguntarnos si necesitábamos algo.
Todo esto es un signo terrible de cómo estamos viviendo. La falta de compromiso es total, a nadie le importa nada, ni siquiera si matan a tu vecino que vive al lado. Todavía reina el “no te metas”.
Los ladrones se hicieron una “mudanza” y nadie vio nada. ¿Cómo es posible?”, se preguntaron.
A sangre y fuego
La noche del domingo siguió en la misma sintonía.
Edgardo Ojeda se gana la vida con uno de los oficios más duros que se conoce: es yesero. Con el fruto de su esfuerzo logró levantar una modesta casa en la esquina de Mitre y Larrea.
Minutos antes de las 20 alguien llamó a la puerta de su casa. A poco de abrir se topó con dos sujetos que irrumpieron violentamente.
Edgardo se trabó en lucha con uno de los intrusos. Pero cuando estaba en plena pelea el otro compinche le disparó a quemarropa. El dueño de casa acusó un impacto en la zona de la cintura (la bala lo atravesó de lado a lado) que le hizo perder la vertical.
Fue entonces cuando los cacos lo golpearon en su cabeza para luego escapar a la carrera.
Tiran a matar
Un rato después se supo sobre otro violento hecho ocurrido en una finca de calle French al 1400.
Todo comenzó cuando dos sujetos llamaron a la puerta de casa solicitando un vaso de agua. Sin embargo “algo” puso en alerta a los moradores que no accedieron al pedido.
Movidos por la negativa o por otros motivos, lo cierto es que los sujetos sacaron a relucir un arma y abrieron fuego.
Elvio Segura es el dueño de casa. Se gana la vida como empleado gráfico. “Esto ya no da para más. Tiran a matar y nos les importa que haya personas adentro.
Guadalupe: donde vive el miedo
Nos vamos. Víctor y Carolina perdieron todo a manos de los cacos que saquearon el inmueble que alquilan en Gral Paz al 8100. “Lo peor es que nadie se acercó a ayudarnos”, dijeron
Foto: Danilo Chiapello
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Edgardo Ojeda se trabó en lucha con dos rufianes que tomaron por asalto su domicilio, en Mitre y Larrea. Terminó baleado y con la cabeza rota.
Foto: Danilo Chiapello
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Elvio Segura muestra los impactos de bala y los destrozos en la puerta de su casa, en French al 1400. “Detrás de la puerta había personas que se salvaron de milagro”, dijo.

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